sábado, 13 de febrero de 2021

Ansiedad

 


¿Alguna vez has sufrido una crisis de ansiedad o ataque de pánico? Una crisis de ansiedad se define como la aparición brusca de un miedo o malestar intenso, aparece además acompañado de alguno de los siguientes síntomas:


Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca (taquicardia).

Sensación de ahogo, con respiración rápida.

Opresión en el pecho.

Miedo o pánico.

Sudoración o escalofríos.

Temblores.

Náuseas o molestias abdominales.

Mareo.

Sensación de irrealidad.

Sensación de entumecimiento u hormigueo.


Por si no fuera poco, es frecuente que la persona que sufre un ataque de pánico, en ese momento esté pensando “Me voy a morir”. Este pensamiento surge debido al malestar  físico y real que su cuerpo está sufriendo, y no hace otra cosa que retroalimentar todos los síntomas fisiológicos que acabamos de mencionar. Es un círculo vicioso.


¿Cómo funciona este círculo?

A veces los sucesos estresantes provocan determinadas reacciones, activándose determinadas respuestas como las que hemos mencionado. Si interpretamos esos síntomas de forma errónea y pensamos que algo terrible nos está ocurriendo, en lugar de codificar lo que nos pasa como una respuesta normal de nuestro cuerpo frente al estrés, podríamos entrar en pánico. La angustia que sentimos ante esa misma situación hace que nuestras sensaciones se incrementen, se hagan más intensas. De nuevo las reinterpretamos y nos centramos en esas sensaciones, desencadenándose entonces pensamientos catastrofistas en los que la persona cree estar en peligro, formándose una espiral. La espiral termina cuando la persona cree realmente que la situación está bajo control, o bien cuando el objeto de pánico desaparece.


¿Cuál es el sentido biológico de la ansiedad?

Como veis, el sentido biológico de la ansiedad está claro: la supervivencia, tomar el control de tu cuerpo para esquivar un peligro, real o imaginario. El cerebro reacciona exactamente igual ante un peligro que tienes delante de tus narices, que ante una interpretación de un estímulo y catalogándolo como potencialmente peligroso. ¡Cuida tus interpretaciones y tus pensamientos!

Pero los síntomas de la ansiedad no te bloquea sólo a nivel fisiológico, el bloqueo es a todos los niveles:

Bloqueo emocional: La ansiedad te limita la capacidad de vivir el momento presente, teniendo una preocupación constante, no sabes muy bien a qué… Hablas mucho de del pasado. Es posible que pases mucho tiempo imaginando cosas que ni siquiera es probable que ocurran. 

Bloqueo mental: La ansiedad te invita a interpretar la realidad de una forma catastrofista y peligrosa, sólo vienen a ti pensamientos negativos y sólo te enfocas en todo lo malo que está por ocurrir.

Bloqueo espiritual: La ansiedad te impide responder a las necesidades importantes de tu ser, te impide SER.

¿Qué conflicto se esconde detrás de estos bloqueos? 

Detrás de esos bloqueos, es encuentra la desvalorización, limitación, impotencia, miedo, mucho miedo, incapacidad para afrontar algo. En realidad, la ansiedad es un síntoma que esconde otra emoción, otro conflicto realmente importante pero que no ha salido a la superficie: ése es el que debemos buscar. 

¿Qué emoción biológica se oculta?

Hay que analizar cada caso de forma personalizada, para dar la respuesta acertada. Pero a nivel general, se puede encontrar:

- Falta de confianza: en el proceso de la vida y/o en uno mismo

- Falta de autoestima, de respeto y de valoración.

- Exceso de auto exigencia y de comparación con otros

- Falta de introspección real y sondeo acerca de los verdaderos miedos: falta de dedicación a la adquisición de recursos reales para afrontar desafíos reales.


¿Cómo libero esa emoción biológica?

Si eres incapaz de disfrutar tu presente, un amanecer, una rica comida, un bello paseo, unas lindas vacaciones, una hermosa canción, tu trabajo, tu familia, tus hijos, tus amigos, una película, …  Quizás estés destruyendo tu presente día tras día con pensamientos negativos, catastróficos, trágicos y de añoranza por un pasado que ya no está. Si tu mente sólo piensa en dolor, muerte, abandono, tristeza, accidentes, tragedias, pobreza, peligro, violencia, hambre, frío, enfermedad…. quizás estés sufriendo ansiedad y estrés.

Resulta crucial tomar conciencia de que cuando hay ansiedad realmente es la imaginación la que toma el control, impidiéndonos disfrutar del presente, dando paso a miedos y peligros posibles, pero improbables. Hay que aprender a confiar más en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en nuestras cualidades, en nuestra intuición, sin sentir la presión de tener que demostrar ni demostrarnos nada. El intento de control sólo produce más descontrol. Si tratamos de controlar los miedos y temores que provoca la ansiedad sólo lograremos reforzarlos, alimentarlos; provocando, a su vez, miedos y temores más profundos.

Hay que tomar consciencia de tus miedos, tener el coraje de aceptarlos, no rechazarlos, y entenderlos aunque parezcan irracionales. Debes amar tu vida, tal cual es, dejando de lado el rol de víctima. Debes confiar en el proceso de la vida, impidiendo que tu imaginación negativa sea quien lleve el timón. Debes confiar en los demás de manera inteligente, aprendiendo a discriminar quien merece tu confianza y quien no, pero no poniendo a todos bajo la misma etiqueta de la desconfianza. Capacítate en todo aquello para lo cual te sientas incapacitado de afrontar. Adquiere los recursos necesarios para fortalecer tu sensación de fuerza, poder y capacidad frente a la realidad.

Recuerda: la causa probable de la ansiedad es la falta de confianza en el proceso de la vida que fluye. El nuevo modelo mental que debes adquirir es “Me amo y me apruebo; confío en el proceso de la vida. Estoy a salvo”.~Irene Morales~.


Nathalie Cruz Villa

Terapeuta en Bio-transformación del ser

Directora Fundación Bioser

Separa tu cita: 3117001065.



viernes, 5 de febrero de 2021

EL HELECHO Y EL BAMBU


 

Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.

-¿Podría darme una buena razón para no darme por vencido? Le pregunté.

-Mira a tu alrededor, me respondió, ¿ves el helecho y el bambú?

-Sí, respondí.

-Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.

-En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.

-El sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

-¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó…

-El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.

-Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…

-La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen humilde. El éxito te mantiene brillante…

 

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… quizá sólo estés echando raíces…


Anónimo


Nathalie Cruz Villa

Terapeuta en Bio-Transformación del Ser

Fundación Educativa BioSer

martes, 2 de febrero de 2021


 UNA ENERGÍA LLAMADA: DINERO

¿Se han puesto a pensar cómo sería nuestra vida si no existiera el dinero?
Si todos tuviéramos garantizada una vivienda, alimento, vestido, calzado, transporte, etc; quizá viviríamos diferente.
Pero hoy por hoy, no es así, y el dinero, forma parte de nuestros sueños, pensamientos, deseos, conflictos, alegrías, satisfacciones, guerras, problemas y más.
Pero, ¿acaso nuestra vida económica, nuestra suerte con el dinero, la escasez o abundancia de éste, depende de nuestro árbol genealógico o está determinado por alguien en mi árbol?
Y la respuesta es, sí!
1. ¿De quién o de qué depende mi prosperidad o carencia?
Si no lo has notado, toda tu prosperidad o carencia, está relacionada con la historia de toda tu familia en el árbol genealógico.
La familia es la encargada de suministrarnos mental y anímicamente, el concepto de dinero que disfrutaremos y/o sufriremos a lo largo de nuestra vida.
¿Para la familia el dinero es algo imposible de conseguir?
¿Para la familia el dinero es algo que es merecido?
¿Para la familia el dinero es lo más importante?
¿Para la familia es mejor ser pobre que rico?
Revisa los temores y las creencias con respecto al dinero, que tu misma familia te ha inculcado desde pequeño. Si todo ha sido positivo, el dinero fluye hacia ti fácilmente. Si ha sido negativo, el dinero es una de tus preocupaciones permanentes.
2. ¿Amar u odiar al dinero?
Ahora, subamos un escalón más, y pasemos más allá de la familia. Analicemos la relación de la sociedad misma con el dinero.
Notaremos que el dinero es igualmente odiado que amado. Está relacionado con lo prohibido, lo sucio, lo malo, lo pervertido, lo oscuro.
La sociedad nos ha hecho creer y pensar, que tenerlo es malo, que está mal tener más dinero que el otro, que es malo ser rico y nos rechaza por ello.
Por lo tanto, yo, inconscientemente: "Me prohíbo ganarlo".
La sociedad, al igual que la mayoría de las familias, transmiten que es mejor ser pobre pero honrado. Dando con ello, una culpabilidad a aquel que tiene dinero. El dinero, por creencia general de la sociedad, se obtiene únicamente actuando mal.
Y nos ametrallan con sentencias negativas:
"Es mejor tener amor que dinero".
"Mejor pobre, para dormir tranquilo".
"Si tienes dinero es que abusas de los demás".
3. ¿El dinero da la felicidad?
La felicidad, no es algo que se consiga, que se compre o se intercambie.
Ser feliz está en mí, en mi interior, en mis satisfacciones personales o logros y hasta en mis conocimientos.
Yo soy la única persona responsable de ser feliz, porque lo merezco y si la vida me da a montones, yo feliz recibo y agradezco.
Porque lo merezco.
Y el único límite para aquella abundancia o prosperidad que me llega, está en mi mente, en mis creencias, en mis miedos.
El Universo le da a todos por igual, pero para aquel que no lo merezca, no llegará.
4.- Hacer Circular el Dinero.
Ojo! Aquí muchas personas se confunden.
El dinero que llega a nuestra vida, debe circular, pero eso no quiere decir, que si llegan 10 pesos, debo gastar 10 pesos.
Está bien tener un ahorro moderado para una ocasión especial, un viaje especial, un regalo especial, pero debo hacer circular mi dinero.
Acumular dinero no significa ser próspero. Ser avaro no significa ser próspero, significa tener un miedo terrible a que deje de llegarme más. Por lo tanto, ese dinero se perderá tarde o temprano.
Por lo tanto, ahorrarlo por miedo a que se acabe, por miedo a que un día no haya más, guardarlo por si hay una emergencia, guardarlo para un imprevisto, es lo mismo.
Regla: El dinero que se guarda por miedo, se va, se pierde.
Si sabemos que mañana habrá más dinero, llegará. Y si así como llega, gastamos y lo hacemos circular, también se lo haremos a otros, que a su vez lo pasarán a otros para que regrese multiplicado a nosotros.
Es cuántico, es movimiento, es seguridad.
5. ¿De verdad es malo acumular?
Yo comparo el dinero con aire para respirar.
¿Alguna vez han preferido acumular mucho aire en sus pulmones, por miedo a que en el siguiente instante deje de haberlo y evitar morir?
No, nunca, nadie.
Respirar va acompañado de una fe "consciente e inconsciente" de que hay más aire que llegará y yo podré seguir respirando.
Pero no estoy preocupado por acumular aire por temer que se acabe, o que alguien me quite mi aire.
Va contra mi prosperidad acumular, porque representa una total falta de fe.
Y lo mismo va para los que acumulan ropa, zapatos, juguetes, libros, cajas, muebles, todo es una total carencia de fe.
6. La creencia de guardar por su luego se ocupa.
La costumbre de guardar cosas es primeramente inculcado por los padres (con miedo), que nos exigen guardar las cosas y objetos para el futuro (incierto pero programado) de carencia.
Esto nos estanca.
No son los objetos que se guardan los que nos encadenan, sino el significado que tiene para nosotros "guardar".
Y es el miedo, la falta de confianza en el mañana y sobre todo, el sentimiento de no merecer algo nuevo.
7. ¿El dinero no es malo?
Para que las personas tengan dinero, deben amar el dinero, tal y como aman el aire que respiran.
Lo malo del dinero no es el dinero en sí, es lo que se hace con él. Si usas el dinero para comprar alimentos, casa, vestido y calzado no es malo. Si lo usas para someter a empleados, conseguir logros políticos, engañar, fabricar o comercializar drogas, entonces es malo. Eso es claro.
Tú no eres malo por tener dinero.
8. ¿Cómo ganarme entonces la vida?
Empecemos por sacar esa creencia de que la vida hay que ganársela. La vida está para vivirla, disfrutarla, aprendiendo a ser mejores seres humanos, elevando nuestras consciencias.
Es dedicarnos a sembrar aquello que con gusto cosecharemos y disfrutaremos.
La vida no es un sacrificio, ni hay que buscar la chuleta, ni hay que partirse el lomo.
Dejemos ya esa tonta idea y comencemos a vivir, recibiendo lo que merecemos.
9. ¿La cantidad de dinero que yo tengo, indica mi nivel de consciencia?
Sí, totalmente.
Si yo soy un ser consciente, y sé que mi talento es cocinar, no voy a entrar de empleado en una tintorería. Eso es inconsciencia.
Por lo tanto, como adulto, debo conocerme, conocer mis gustos y habilidades y sacarles provecho. Cobrar lo justo por mi tiempo, mi esfuerzo, mi dedicación.
Y hasta que no ganemos, lo que merecemos, basados en aquello que nos gusta y disfrutamos, no seremos capaces de cobrar bien. Nos conformaremos con lo que "nos quieran dar", basados en nuestra mirada de "necesitad y miedo".
10. ¿Cómo me alejo del consumo masivo?
Recordemos que estamos viviendo en una sociedad capitalista, ambiciosa y cegada por el poder.
Ellos nos venderán todo aquello que nos harán creer que necesitamos, el último modelo de ipad, la nueva tablet, la pantalla plana, el pantalón estrecho, el auto con cámara trasera (por si están tan idiota que no sabes estacionarte y te han convencido de ello), etc.
Y sólo está en ti, saber cuándo te están engañando y cuándo deberás decir: no.
Aún tienes esa libertad, aprovéchala.
Si tu niño te pide el nuevo juego de video porque todos sus compañeritos lo tienen. Cambia a tu hijo de escuela, esos compañeritos, no son lo que tu hijo necesita en su vida y mucho menos, el nuevo juego de video.
Así es como cambiarás el mundo.
11. ¿El dinero vale igual?
El dinero tiene dos valores, uno económico y otro emocional.
Y de ellos, se desprenden muchos dineros más con diversidad de orígenes y destinos.
Como cuando ganas 10 pesos por un excelente trabajo, o heredas 10 pesos de abuela fallecida. Estos no tendrán el mismo valor que si son 10 pesos que encuentras en la calle, 10 pesos que ganaste apostando a que tal equipo metía un gol o 10 pesos que te robaron en el camión.
Cada persona, le adjudica un valor emocional a su dinero y eso lo hace más o menos valioso para dicha persona.
12. ¿Cómo desaparezco mi miedo a la miseria?
Debes vivir la miseria.
Hay un ejercicio, en el que deberás viajar a un pueblo cercano, únicamente con dinero para el transporte.
Deberás, en dicho lugar, pedir dinero para comida, arreglártelas para dormir bajo techo, conseguir tal vez un trabajo temporal, hacer conocidos o amigos y aguantar una semana.
Verás todo lo que eres capaz de hacer sin haber tenido una sola moneda, tal vez hasta regreses con dinero extra y descubrirás tu fuerza para poder superar dicho miedo.
Debes comprender, que jamás estarás en la miseria, porque la miseria no existe. Jamás estarás bajo un puente, muerto de frío sin alimento ni abrigo. Porque tienes vida, tienes inteligencia, tienes un Universo que jamás te abandonará.
El dinero es como el aire que respiras. Está en todas partes, nunca faltará y puedes disfrutar tu vida en cada momento, sin estar pensando en el aire.
Así como llega, se va y vuelve a llegar...
By: Elizabeth Romero Sánchez

NATHALIE CRUZ VILLA
Terapeuta en Biotransformacion del ser

Solicita tu cita online +573117001065